Seguirán siendo contratistas independientes. Esto le permite a la empresa operar a precios bajos al no tener que pagar costos como el salario o aportes sociales.
La empresa Uber acordó pagar 100 millones de dólares a sus conductores en los estados de California y Massachusetts (Estados Unidos) como parte de un acuerdo para seguir considerándolos como trabajadores autónomos y no empleados.
Mientras sigue generando polémica por su desembargo en la ciudad de Buenos Aires, donde la justicia ordenó el cese de su funcionamiento, la firma tecnológica que ofrece servicios de transporte logró cerrar dos causas en Estados Unidos.
La demanda fue iniciada por conductores ya que al no considerarlos empleados no les provee de los beneficios de los que goza esta categoría laboral.
“Los conductores valoran su independencia, la libertad de pulsar un botón en lugar de seguir un reloj, usar Uber y Lyft (una empresa de la competencia) simultáneamente y conducir durante casi toda la semana o tan solo unas horas”, apuntó la empresa.
“Por eso estamos tan satisfechos de que este acuerdo reconozca que los conductores sigan siendo contratistas independientes, no empleados”, añadió a través su blog corporativo.
No considerar a sus conductores empleados resulta clave para el modelo de negocio de Uber, ya que les permite operar a precios bajos al no tener que pagar costos como el salario mínimo o la contribución a la seguridad social de los trabajadores, consignó la agencia EFE.
Sin embargo, 385.000 personas de los estados de California y Massachusetts demandaron a la empresa en 2013 al considerar que debían ser considerados empleados, como también lo hicieron conductores en Florida, Pensilvania y Arizona, estados en los que de momento aún no se ha llegado a ningún acuerdo.
Además del pago de 100 millones de dólares, la empresa se comprometió a dar respuesta a otras demandas como ayudar a la creación de asociaciones de conductores en ambos estados.